Editorial

Queridas amigas y amigos:

Traspasamos otra vez las puertas del otoño. Lengales rojos, cipresales siempre verdes, altas y amarillas alamedas. Los ciclos se suceden y resulta evidente la mutación constante de la naturaleza. Del cielo se desprenden las primeras heladas, la bruma sobre el lago forma halos fantásticos y el sol entre las nubes es un caleidoscopio de colores cambiantes e intensos. Con la llegada de cada estación el paisaje se viste de fiesta: florece en primavera, estalla en el verano y en invierno se cubre de nieve. Pero el otoño es único y muchos de los que habitamos esta parte del mundo lo sentimos así. En consonancia con el tiempo otoñal también nosotras y nosotros podemos renovarnos incorporando cambios en nuestras rutinas y nuevos hábitos cotidianos que nos nutran y nos estimulen, dándonos –cada quién a sí mismo– el tiempo necesario para cultivar los afectos y disfrutar de las pequeñas cosas que nos gratifican y nutren. Ojalá que también esta renovación otoñal sirva para estrechar nuestro vínculo y amplifique el disfrute que número a número buscamos compartir con ustedes. ¡Hasta la próxima!

El equipo de Revista Todo