Don Evaristo Lagos (primera parte)

Evaristo Lagos nació en 1938 a orillas del lago Traful. Su abuelo, Polidoro Lagos –nacido en Chile en 1886– una vez casado con su abuela Victorina Díaz había migrado a la Argentina buscando nuevos horizontes.

Don Evaristo Lagos nació un 6 de enero de 1938 en las orillas del lago Traful. Su abuelo, Polidoro Lagos había nacido en 1886 en Linares, Chile. Se casó con Victorina Díaz y migraron hacia Argentina buscando nuevos horizontes ya que su padre, don Feliciano Lagos, poblaba Rio Minero, al este de lo que hoy es Villa Traful, desde los primeros años del siglo XX. Polidoro y Victorina tuvieron varios hijos, entre ellos Arzobindo, padre de Evaristo. Ellos pueblan el arroyo Cataratas, Villa Traful, en 1928 comprándoles los derechos a Judson Taylor, hermano de Fanny Taylor. Ahí nace la rica historia de la población Lagos de La Medialuna.

Luego de varias entrevistas realizadas a don Evaristo Lagos pudimos publicar un libro dentro de la colección Historias de Vida – Archivos del Sur. Fueron una serie de contadas increíbles, algunas con ribetes cinematográficos, que nos permitieron retroceder al pasado de las cordilleras del Traful. Un índice de este libro nos relata a los primeros pobladores del Traful, los recuerdos de infancia junto a la familia de su madre, Marta Gatica y la abuela Isidora. Las grandes injusticias, la tenencia de la tierra, el heroísmo de la abuela Gallegos, las casas hechas de canoas, las siete vidas de don Arzobindo. Los controvertidos Taylor y las estancias La Medialuna y La Primavera. El primer turismo y el circuito grande. El negocio de la carne y los troperos. Los temporales cordilleranos y las vacas colgadas de las lengas. Muchísimas memorias que ilustran la dura y heroica vida de los pobladores del Traful.

¿Y esos Taylor que pasó? ¿Se fueron de la zona?

Y sí, hay uno en San Martín de los Andes, la descendencia, para allá adentro tenía un campo, los nietos de esa gente vio, pero Taylor era muy buena gente. Tenía un problema acá nomás, de los Quinto* para acá. Andaba uno de ellos, según las versiones y ahí nosotros veíamos las sepulturas de la gente que fueron a matar ahí. Y mi padre dice que posiblemente fue injusta la cosa porque ¡claro! se contrabandeaba para Chile, se arreaba mucho para las cordilleras, había delincuencia igual ¡bastante! pero esa gente que mataron era gente buena, andaría de viaje buscando trabajo. La cuestión que es como ahora, el que anda en el campo uno piensa que es un delincuente y no es tan así. A veces se equivoca uno. A esa gente la liquidaron y no avisaron nada a la policía ¡Porque igual había que avisar a la policía! Y después la familia los estuvo buscando y los hallaron muertos ahí.

Eran un tal Matamala y un Sambueza, decía mi padre, y se notaba a distancia que estaban sepultados ahí. Ahora se borraron las sepulturas. Como empecé muy chico a trabajar en el campo, tenía catorce o quince años, andaba a caballo por ahí y pasábamos a ver las sepulturas. Después, los descubrieron porque dicen que se le cayó un pañuelo a los iniciales [los patrones]. Había un tal Pavón y unos capataces medio extranjeros que eran bravos en el campo, así que ellos dijeron que estos andaban robando: ¡Los vamos a matar nomás! y los desaparecieron. Pero después, al buscarlos, aparece ese pañuelo que se le cayó a uno de los Taylor [Judson]. Y bueno ahí agarraron la pesquisa. En esos tiempos la policía hacía pesquisa, perseguía, se seguía descubriendo. No es como ahora que no, que queda todo ahí, bueno se trabaja de otra forma. Así que este Taylor no era un hombre malo. Dice mi padre que era un hombre que se decayó mucho. Después que hizo eso le vino como un bajón tremendamente, porque él no estaba para hacer esas cosas. Y en eso ponen en venta estos derechos del puesto y bueno compraron [los Lagos]. Están los papeles, se hizo negocio en San Martín, se pagó todo.

*se refiere a la familia Quintupuray

¿Los Taylor estaban en la Estancia La Primavera en ese momento?

Yo no sé qué familia tenía Taylor con estos Newbery. No sé si hay una relación ahí de familia, no sé si la madre de Newbery sería Taylor, una cosa así seria. Era gente que traía Newbery, que tenía tomado toda esta zona y allá, ¿vio también aquella zona del Huemul [Paso Coihue]? Toda esa estancia era Newbery y me parece que la estancia La Primavera era también Newbery. Y fueron vendiendo por lo que decía mi abuelo.

Porque acá el trabajo en el que había más gente eran las estancias. Todos los viejos que tenían acá sus familias salían a trabajar a las estancias, porque no había plata para comprar la mercadería. Así que mi abuelo también fue a trabajar de gaucho por ahí. Todos trabajos de esquila, cuidar animales, todo eso. Era el trabajo más paisano que había.

Y estos Taylor tenían abarcado toda esta zona y acá, según las versiones, ellos habían prendido fuego para hacer campo porque esto era muy boscoso, más allá cerca del lago ¿vio? Ellos venían y prendían fuego nomás. Empezaban el incendio y después venían ya a tirar pasto y metían animales. Esas eran las miras que ellos tenían y por ahí se les iría un poco el fuego ¿no? Pero no había controles en esos años. Había que abrir campo haciendo fuego, según decían ellos los primeros, después ya vino el control de los fogones.

Don Evaristo se refiere a las rozadas de las que se quejaba Emilio Frey en sus informes como Director de Tierras y Colonias. George Newbery acusaba a los pobladores mapuche Paichil, Livio, Gatica y estos a su vez, lo acusaban a él de hacerlas. Los controles empiezan con los primeros guardaparques del Parque Nacional del Sud (1926) –que luego se convertiría en Parque Nacional Nahuel Huapi– con sanciones hacia los pobladores. Todas estas rozadas se registraron en los censos que realizó Parques a los pobladores y estos afirman que las rozadas fueron hechas en la época de la Colonia Agrícola Pastoril, cuando el Parque Nacional aun no existía.

Recuerdos de infancia

Yo soy Lagos por mi padre y por mi madre soy Gatica. Esta familia Gatica hace muchos años que llegó. Antes de 1890, no sé bien, pero antes del ´90 llegaron y ellos se ayudaron. Ya había otros pobladores, estaban los Paichiles*, según lo que ellos contaban, bueno toda la gente vieja de la zona vio, los Paichiles, los Livio había algunos, los Inalef del otro lado del lago. Y la familia Gatica eran varios. Primero llegaron unos pocos y después llegó el resto, casi todos llegaron de Chile por la cordillera y esa gente fue la que limpió ahí en Traful, como la familia Guzmán, aunque en ese tiempo Juanita era Antimil y después fue Guzmán. También estaba el finado Andrés Cumil, allá donde está el camping La Paloma Araucana. Después llegó Piman. Estaba doña González en la población que hoy es Cuevas, pero ella era Gallegos.

Esta gente primero fue que llegaron a machete, algunos a caballo y otros a pie trayendo poquitas cosas, nada más que el hacha y alguna pala y empezaron a limpiar acá en Traful, justo donde es la Villa ahora, donde está la escuela, ahí era la población de Juanita Antimil. Ellos tenían manzanas medio silvestres como las que tiene Calfueque ¿vio? y los viejos nuestros, mis bisabuelos Gatica venían siendo, ellos estaban poblando donde está la comisaría para acá. Ahora le cambiaron el nombre, antes era Mac Donald ahora hay otro señor ahí que está en ese chalet de la costa (…) ahí estuvieron mis bisabuelos se llamaban Francisco Gatica y doña Jesusa Gómez y después llegan mis abuelos con ellos y después formaron sus familias y bueno…

*se refiere a la familia Paichil

¿Cómo se llamaban sus abuelos?

Mis abuelos maternos se llamaban Tomás Gatica y la abuela Isidora Gatica, los dos eran Gatica. Mi madre era Marta Gatica, murió hace años. Nosotros quedamos solos desde muy chicos y después vino que se formó Villa Traful y en ese tiempo ya la empezaron medio a ahuyentar de ahí. Lo corrieron a mi bisabuelo Francisco Gatica, a la abuelita Jesusa le quemaron la casa, venía la policía de Neuquén, ella se acordaba que venían de a caballo de Neuquén. No había movilidad, no había camino, primero lo desalojaban.

Había unos gringos que fueron dueños de este campo: los Taylor y los Newbery, por ahí era que estaban… que siempre esa gente estaba mal, que se yo, no les caían bien. La policía medio que les hacía caso a los que tenían plata (…) estaba medio parecido a la Campaña del Desierto.

Mi abuela siempre se acordaba. Si yo hubiera tenido los años que tengo ahora a nosotros no nos queman la casa porque fue una injusticia muy grande, nosotros no le pedíamos nada a nadie. Vivíamos tranquilos trabajando y había que corrernos de ahí de ese lugar. La que hizo pelea muy linda fue la viejita González, allá donde está Rubén Cuevas en Arroyo La Máquina. Arriba estaba la población y a ella la agarraron sola, tenía todos los chicos chicos, vendría a ser mi suegra Gallegos. Toda esa familia chica y la viejita ¿qué hizo cuando llegó la policía a quemarle la casa? Metió a los chicos adentro, agarró el hacha y dijo: “Bueno aquí al que pueda bajar, lo voy a bajar y me van a quemar con familia y todo”. Se le hizo la guapa y le salió bien, no le quemaron la casa.

Si los Gatica hacen eso tampoco le queman la casa, pero ella era más humilde, seguro se entregaron más fácil y así dispararon para acá adonde ahora es campo provincial ¿vio? Disparó la familia, unos para un lado y otros para donde había agua, y se aposentaron e hicieron su ranchito así a hacha. Partían esos palos como se ve, con el hacha, y ahí hacían las canoas que le llaman… ¿usted sabe lo que son las canoas? No para navegar, palos calados que ponían unos para arriba y otros para abajo como se pone la chapa y así hacían todos los ranchos.

Después nacimos nosotros, todavía estaban los ranchos así y bueno, ahí se quedaron poblando ellos. Tuvieron que empezar todo de nuevo, limpiar y hacer todo, menos mal que en esos años los dejaban hacer “limpias”, no se protegía tanto ¿vio? Ellos podían decir bueno, llegamos acá y empezamos a limpiar acá para sembrar. Y ahí fueron aumentando la familia Ya donde chicas grandes se fueron nacimos nosotros. Yo me crie hasta los diez o doce años ahí con mis abuelos, acá cerca, donde está doña Etelvina Gatica, no sé si ustedes se ubican, bueno, más acá me crie yo.

¿Usted vivió con la familia de su mamá hasta los 13 o 14 años y después se fue a vivir con su papá?

Claro, yo me crie con mis abuelos, pero mi mamá ya no estaba. Cuando falleció mi mamá yo tenía unos 6 años. Yo me crie con el abuelo Tomás Gatica y después ya me vine a vivir con mi padre Arzobindo Lagos y su familia, ya podía trabajar y me vine a trabajar con él, empecé de muy chico, yo empecé a trabajar, que se yo, con mi abuelo a los seis, siete años, manejaba la yunta de bueyes y así… Todo el trabajo que hubo en la zona lo aprendí, de bueyes, de potros, amansar caballos, esquilar, todo eso, hacha, hacer leña, hasta hace poco tiempo hacía leña. Cuando andaba mal de billete hacia leña porque había posibilidad y bueno, siempre luchando nomás y me acostumbré. Ahora dejar de trabajar me parece una cosa muy difícil, no sé. ¡Dios quiera dejarme seguir, así como estoy, haciendo algo siempre! No forzarse, pero hacer cosas que uno está con ganas de hacer: hacer algo es como una costumbre que uno agarra, como les irá a pasar a ustedes con el pasar del tiempo.

Continuará…

Para adquirir el libro Don Evaristo Lagos de la Medialuna – Colección Historias de Vida publicado por Archivos del Sur, podés comunicarte a través de Facebook: Archivos del Sur o personalmente en la Biblioteca Popular Osvaldo Bayer.