Comienzan las clases y la organización familiar se complejiza con horarios de escuelas, trabajos y actividades varias, si lo deseamos algunas plantas pueden ayudarnos estimulando nuestra energía, memoria y concentración.
El comienzo del ciclo lectivo no sólo implica el tiempo que destinan los que participan en la dinámica enseñanza-aprendizaje, sino que conlleva una organización familiar meticulosa, que se debe ajustar a los diferentes horarios de sus integrantes: entrada y salida de escuelas, horarios de trabajo de padres y/o madres, actividades extracurriculares de chicos y grandes. En lo personal lo vivencio y lo defino como “un tiempo de intenso y gustoso malabar” en el que las situaciones se suceden unas a otras.
Como la vida –en muchos aspectos– es la misma para todos, y la experiencia nos indica que a casi todas y todos los que criamos varios hijos nos pasan cosas parecidas, la naturaleza nos brinda dos plantas que nos ayudan a fortalecer la energía (para sobrellevar un largo día) y estimulan nuestra concentración y memoria.
El romero es un arbusto aromático perenne que llega a medir alrededor de 1 y hasta 2 metros de altura. Sus ramas jóvenes cubiertas de pelos finos –lo que botánicamente se denomina “pubescente”– se tornan leñosas al madurar. Sus hojas son simples, opuestas, sésiles (que no tienen tallitos que las una a la rama), lineares y coriáceas (algo duritas); sus flores –pequeñas, bilabiadas, azul-blanquecinas– se agrupan en densos racimos axilares o terminales. Es originario de la zona del Mediterráneo donde crece silvestre. En nuestra zona se multiplica por esqueje –en otoño– y conviene protegerlo de las heladas fuertes. Es costumbre plantarlo a la entrada de la casa, como planta protectora contra las malas energías; su popularidad energética data de los tiempos de la Antigua Roma, donde se acostumbraba colocar un ramo en las manos de los fallecidos como símbolo de inmortalidad del alma; los jóvenes entrelazaban en sus cabelleras ramas de esta planta para estimular la memoria y el intelecto; y se la consideraba una hierba consagrada al recuerdo y la amistad.
Su condición de planta aromática se la da naturalmente su intenso aroma, el cual emana de los aceites esenciales que la componen. Se denomina aceite esencial a las sustancias vitales volátiles contenidas en finas vesículas entre las células de una o más partes de las plantas, como pétalos, hojas, frutos, cortezas, raíces, maderas, resinas y semillas. A su vez el término aceite esencial deriva del concepto promovido en el Siglo XVI por el médico suizo Paracelso, quien afirmaba que la “quinta esencia” era una sustancia extraída de todos los elementos de la Naturaleza, en la que se hallaba el espíritu vital de las cosas.
En las hojas de romero predominan el alfa pineno, beta pineno, cineol, alcanfor, linalol y terpenoides. Su fragancia es fresca y penetrante y al inhalarlo nos produce una sensación de claridad mental. Estimula el sistema nervioso ayudando a la concentración y mejorando la memoria. También posee otros componentes que mejoran la circulación sanguínea cerebral y la circulación de todo el cuerpo, activando nuestra energía vital.
Cuando en el Sigo XV la Reina Isabel de Hungría –a sus 72 años– le pidió a un misterioso alquimista que le elaborara una fórmula para rejuvenecer y este creó –con hojas y flores de romero– el “Agua de Hungría”, no se conocían los principios activos de las plantas; pero evidentemente el romero era usado con los mismos fines que en la actualidad y con excelentes resultados, ya que por un lado, según la historia, la Reina de Hungría rejuveneció tanto que el rey de Polonia –mucho menor que ella y perdidamente enamorado– le ofreció matrimonio, y por otro hoy se sabe de manera probada científicamente que gracias a componentes como el ácido rosmarínico, el ácido carnósico y más de otros 20 compuestos, el poder antioxidante del romero es altísimo.
Pueden beber infusión de romero todas las mañanas inhalando intensamente su aroma, de esta manera además de estimular su concentración favorecerán la digestión, estimulando al hígado a una mejor producción y liberación de bilis, funciones por las cuales se define al romero como planta colagoga y colerética. Lavando los cabellos con dicha infusión ayudarán a que crezcan sanos y fuertes. Es excelente antimicrobiano de piel y mucosas y se lo recomienda especialmente para combatir micosis, si estas se manifiestan en los pies se aconseja realizar baños con una infusión concentrada de sus hojas. También son aconsejados baños de inmersión en casos de fatiga, fibromialgia y depresión, colocando unas 30 gotas de su aceite esencial en la bañera con agua caliente; o bien agregando al agua una infusión muy concentrada. Para aliviar contracturas y dolores reumáticos, mejorar la circulación y mantener una piel lozana, pueden realizar su aceite: colocan un buen manojo de sus hojas en un frasco de vidrio de boca ancha, las cubren con aceite de oliva o girasol sobrepasándolas unos 3 centímetros, tapan el frasco y lo llevan al sol –o cerca de una fuente de calor– durante dos semanas hasta que adquiera un color oscuro, y luego lo cuelan con gasas para finalmente guardarlo en botella de vidrio al abrigo de la luz.
Otra aliada para ayudar a clarificar los pensamientos es la menta, la cual puede aportarnos su frescura en tiempos de agobio mental. Es originaria de las regiones templadas de Europa y dentro de su género existen aproximadamente 30 especies o variedades, todas con propiedades similares. La más común de ver es la Mentha x piperita, que resulta ser un híbrido de otras dos mentas: la Mentha aquatica y la Mentha spicata. Se propaga muy fácilmente por medio de estolones y sus semillas tienen poco valor germinativo. Podemos beber su infusión e inhalar su aroma, además de despejar la mente nos mejorará los desórdenes digestivos ya que es antiespasmódica (relaja la musculatura de todo el aparato digestivo), carminativa (porque ayuda a eliminar gases), estimula la liberación de jugos digestivos y es útil en caso de digestiones lentas. Sus hojas frescas o secas pueden incorporarse como condimento a diversos platos, y como es un calmante efectivo para paliar estados de náuseas y vómitos, su infusión se recomienda especialmente en caso de cólicos intestinales y biliares, indigestiones, mal aliento, colitis ulcerosa y colon irritable.
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